jueves, 28 de julio de 2011

Amor de Días



Amor de Días “Street of the Love of Days” Merge-Porcini Music, 2011.

   The Clientele ha sido (esperemos que sigan siendo) la mejor banda ‘revivalista’ de pop del Reino Unido desde su formación allá por el año 1991. Ahora que han decidido tomarse un descanso, varios de sus miembros han decidido dedicarse a otros menesteres, por supuesto, relacionados con la creación de sonoridades perennes. Su líder Alasdair MacLean, que siempre se ha sentido cercano a nuestro país (han editado como banda tres ep´s para Acuarela), ha decidido crear un nuevo proyecto llamado Amor de Días, que ahora ve la luz con su primer largo “Street of the Love of Days”- editado en USA por la indie Merge y en Europa por el sello Porcini Music-.
  Amor de Días nace a partir de la unión musical del primero con la española Lupe Núñez-Fernández, cantante del grupo Pipas. Con un nombre realmente bonito, el contenido de “Street of the Love of Days”, se mueve siempre por esos campos bucólicos y ensoñadores que la banda madre de Alasdair MacLean, tan bien ha sabido dibujar con esas melodías purificadoras y sosegadas. En este disco hay canciones para todos los gustos. Las hay redondas, planas, sugerentes y olvidables. Pero todo esto tiene una explicación muy clara, musicalmente posee melodías exquisitas en casi su totalidad, el problema es la voz de Lupe que en ocasiones resulta incluso furtiva, falsa y afectada. Con las chicas de este país pasa como con los pasadores de las ‘popis’, si se los arrebatas se les cae el pelo y pierden su expresión; se queda lacio. Pocas (me cuesta recordar alguna) cantantes de este país tienen una manera de entonar que no refleje las carencias tremendas que poseen en sus “juegos” vocales. El susurro es la clara muestra de no saber cantar, porque cantar cantar no canta casi ninguna.
  El comienzo es revelador, “Foxes’ Song”, preciosa melodía, voz impostada. Hubiese quedado mejor como tema instrumental introductorio que enlazase con la maravillosa “House of Flint”. Aquí sí, el corazón se nos encoje de felicidad. La voz balsámica de Alasdair MacLean es “eucalíptica”, ayuda a respirar profundamente. Lupe en un segundo plano, en los coros y susurros, ahí se está mejor, sin duda. “Bunhills Fields” tiene ese aire discotequero que tenía “Bookshop Casanova”, sin llegar a esas cotas magistrales, y básicamente porque, de nuevo, la manera de cantar apaga el fuego. “Season of Light” adolece de afectación pero es un bonito fondo sonoro. “Late Mornings” es otro intento fallido, llega a irritar. La cosecha cruza los campos del medievo para recoger trigo que brilla por momentos en “Harvest Time”. Dream (Dead Hands) tiene una melodía tan maravillosa que incluso hace que los ‘tonos’ de Lupe resulten hasta agradables y reconfortantes (duelo de susurros antes de irse a dormir). El ‘bossa nova’ cegador de “I See Your Face” es un single perfecto para cielos estrellados donde las voces se complementan a la perfección. “Wandering” y sobretodo “Wild Winter Trees”, suben la nota a un álbum irregular, que nace de la generosidad creativa de este genio escocés, donde da la oportunidad (quiero creerlo así), a la vocalista de Pipas.
   Así entre subidas y bajadas discurre el devenir de este ensayo de pop atemporal, unas veces sublime y otras necesitadas de ‘típex’ para posterior y urgente corrección. A la espera de la vuelta de The Clientele o de algún álbum en solitario de su cantante, nos quedamos saboreando unos ricos cacahuetes porque las pipas te pueden atragantar.

Javier Mateos.

PASEN Y OIGAN: 






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