domingo, 6 de noviembre de 2011

CRÓNICA DE WILCO, PALAU DE LA MÚSICA CATALANA. BARCELONA




WILCO, Palau de la Música Catalana.
Barcelona, 2 de noviembre 2011.

Para poder hacer historia en lo tuyo tienes que currártelo mucho, pero además de todo eso, tienes que ser muy bueno -en realidad un genio-. Jeff Tweedy y su banda, WILCO, comenzaron su gira española de cuatro conciertos, en la capital un día antes de su cita en Barcelona. Asiduos de la escena española y enamorados del calor de su público, la capital catalana siempre ha sido una referencia en directo a lo largo de los últimos años.
Con estos precedentes, teniendo en cuenta la fiabilidad de su directo y el marco donde se iba a celebrar (el bello y fascinante Palau de la Música Catalana), todo apuntaba a que fuese una noche memorable.
WILCO aparecieron en el escenario a las 22:15, entre el clamor del público y sus sonrisas de agradecimiento, arrancaron las primeras notas de la canción, curiosamente, con la que cierran su nuevo trabajo “The Whole Love”. Esa letanía romántica para llaneros solitarios llamada “One Sunday Morning (Song for Jane Smiley´s Boyfriend)” es un bálsamo de paz y calidez, que tras su sencilla melodía esconde uno de los mejores pasajes que jamás hayan compuesto los de Chicago. Casi un cuarto de hora de caricias en el comienzo de un concierto, es el mejor regalo que puede recibir un amante de la música en directo.
Así de esta manera tan sutil y delicada, calentamos motores. Todavía con el pie en el acelerador, pero sin pisarlo, en una atmósfera épica y espectral, arrancaron con esa maravilla llamada “Poor Places”. La banda ya engrasada, se lanzó de lleno en el tema más experimental de su último álbum, “Art of Almost”. Intensa y marciana, posee una línea de bajo excepcional de su lugarteniente: John Stirrat (pedazo de músico, no es normal lo suyo). Ahora sí, pisando hasta el fondo, la velocidad en su parte final te levanta del asiento. El concierto había comenzado. El Palau ya estaba encendido y plenamente enganchado con la siguiente, ese single aditivo, mitad gruñón mitad soleado, que es “I Might”. Su teclado resonó por los cuatro costados. WILCO tienen muchas tablas, si a eso añadimos que son unos músicos excelentes, a poco que se esfuercen, el éxito está asegurado.

Después de este subidón, hay que parar a repostar. “Black Moon” es de esos temas que los “entendidos” califican como rock adulto, sí, lo es, pero es una balada extraña y oscura que tiene más textura, significado y complejidad de lo que aparenta. Intimidad y nebulosa. Acto seguido llegó uno de los temas claves de su carrera, el que significó un antes y un después en su carrera, “I Am Trying to Break Your Heart” (segundo guiño de la velada a “Yankee Hotel Foxtrot”), con este título está todo dicho, no se puede ser más sincero ni indicar más claramente tus intenciones. Descomunal, el sonido del Palau, lugar para la contención y de sonoridad perfecta, abrió su acústica para abrazar la pasión descarnada que contiene este himno. “One Wing” sonó regeneradora y entre sus punteos de atardecer romántico, nos adentramos en la guerra más hermosa, “War on War”- siempre me ha fascinado el comienzo de esta canción-, una de mis favoritas, pero sobre todo cuando John Stirrat entra a los coros, me pierde… Ya enchufados y en plena faena, un poco de ese pop tan Beatle que ha caracterizado siempre el lado más luminoso de WILCO, “Born Alone” y secundada por la cabaretera “Hummingbird”, mantenían la jovialidad y el ritmo en un concierto que cumplía las expectativas previstas. Así hasta llegar a esa perla celestial que se titula “Jesus, Etc.”. Música creada para ángeles. Algodón puro e inmaculado. Difícil poder transcribir lo que tamaña perfección produce en nuestras entrañas. Escuchar esta canción en directo es un placer que todo ser vivo debería tener derecho a disfrutar (eso sí, con un precio más lógico y accesible). El escenario fueron dos alas inmensas que nos acariciaron con toda su delicadeza.

Superado el ecuador de su actuación, se sucedieron los momentos para todos los gustos de sus fans. La pegadiza “I´ll Fight”, la sensual “Whole Love” y la sospechosa “Handshake drugs”, formaron parte del lote en el que las concesiones se convirtieron en un argumento más para comprobar que WILCO no suelen cometer errores, y si lo hacen, nosotros los humanos no somos capaces de percibir. Antes de los bises, dos clásicos de su discografía: “Impossible Germany”, momento donde el protagonista es únicamente Nels Cline, una bestia parda de las seis cuerdas, que sólo le falta poder girar la cabeza 180º mientras hace ese desarrollo imposible en el punto álgido del tema. Catarsis colectiva. Y “Shot in the Arm”, de “Summerteeth”, que nunca puede faltar. Entre medias su mayor y más directo tema del último disco recientemente editado, “Dawn on Me”. Todas ellas, las tres, con un sonido salvaje y el Palau entregado con fe ciega a su banda.

De vuelta al escenario, tras un breve descanso después de dos horas de show, una de las mejores canciones que se han escrito sobre una ciudad: “Via Chicago”. Muy emocionante, te hace sentirte un ciudadano más de la urbe del gran lago. Jeff Tweedy tuvo una noche tranquila, no habló hasta bien entrado el concierto, agradeció al público su presencia y calor, e hizo una concesión a una “request” que alguien lanzó desde la oscura platea: “California Stars”. Con gran parte del público en pie, algo difícil de conseguir en el Palau de la Música Catalana, y las primeras filas pegadas al escenario, un final cargado de fuerza y rock en estado puro, con canciones de sus inicios extraídas del sensacional “Being There”: “Monday” y para cerrar una intensísima “Outtasite (Outta Mind)”.

WILCO lo volvieron a conseguir, comenzaron de manera cálida, y terminamos sudando después de haber asistido a la enésima demostración de quienes son los amos de la música en directo. No son de esta galaxia, vienen de muy lejos, si puedes, la próxima vez, no permitas que nada ni nadie te impida disfrutar de ellos.


Javier Mateos.
Fotos Iván Ardura.

SET LIST:



2 comentarios:

  1. En Londres Nick Lowe tocó Cruel to be kind con Wilco a una canción del final y con Imposible Germany quería hijos con Nels Cline... my fucking god... grandes

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  2. Joder qué pasada Arnau! Qué grandes...

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