viernes, 24 de febrero de 2012

MARAQOPA by DAMIEN JURADO (Review)

                                                                       Damien Jurado: evolución inteligente.


  El nuevo trabajo, en la extensa trayectoria, del estadounidense Damien Jurado, Maraqopa (Houston Party 2012), su duodécimo disco de estudio (para ser más exactos), llega cuando el invierno comienza a recular y la primavera asoma en el horizonte; es decir, en el momento idóneo.
  El músico de Seattle nos entrega un nuevo trabajo donde, de nuevo, vuelve a colaborar con Richard Swift en la producción, tras el excelente Saint Barlett (Houston Party), publicado en el 2010. Aquel disco y el anterior Caught in the Trees (Houston Party, 2008), dibujaban un paisaje sonoro bastante diferente al de sus comienzos. De praderas tostadas al sol abrasador, pasó paulatinamente, a valles donde el agua hacía acto de presencia. Tristeza en la soledad cegadora por melancolía con dosis de un pop, a veces, incluso elevador. Esa ha sido la interesante evolución de Damien Jurado en su música, algo que a los más puristas del sonido americana puede que no les convenza del todo, pero a todo amante de la música de calidad y de sensibilidad emocional desarrollada, les proporcionará una alegría inmensa. Maraqopa es el disco de esa confirmación, la sutileza puede ser igualmente hermosa y sin la necesidad de caer en el llanto más desesperado. Con una producción celestial, los temas se suceden en una primera parte más compleja a primera vista (la más esquiva y atmosférica), y que comienza con "Nothing is the News", su canción más cinematográfica hasta la fecha. Rock de carretera y huida. "Life away from the Garden" ahonda en esa nebulosa inquietante, acompañada por unos coros de infantes muy bien compensados y efectistas (no siempre esta jugada arriesgada funciona, que se lo pregunten sino a Nacho Vegas). "Maraqopa", la que da título al álbum, es otra muestra de esa nueva dirección. Misteriosa y bella. "This time Next Year", con ese aire de bossanova edulcorada, sigue ampliando aristas en su sonido. Para paladares muy finos. Seguramente, es con "Reel to Reel" donde muchos de esos nostálgicos se despisten, pero los que saben de que va la cosa, sentirán un subidón tremendo, ya que esta pieza de orfebrería pop, cargada de matices de otro tiempo, hacen que uno se relama por dentro (ese fondo aparentemente rayado -Caretaker power- sobre esa base clásica, es una delicia). Hasta aquí podríamos dividir el disco, porque es ahora cuando todo aquel que sabe digerir sus líneas sonoras, entrará en éxtasis al ir descubriendo, una a una, es decir, todas, las maravillosas y deslumbrantes canciones que se ha marcado Damien Jurado. Pop de mesilla y velas, para compartir o disfrutar en solitario. "Working Titles" gospel-lullaby, o "So On, Nevada", la más vaquera. Pero es, amigos, en "Museum of Flight", cuando este grande de la música de nuestro tiempo, nos empuja tanto que uno se queda atrapado en esta maravilla de juegos vocales, y que es junto a "Cloudy Shoes" de su anterior álbum, una de las mejores canciones que haya compuesto jamás. Sin darnos cuenta nos encontramos con "Mountains Still Asleep", su hermoso final.  Un disco breve pero muy intenso. Quizá su obra más completa. 

Damien Jurado, como las personas inteligentes, ha evolucionado. La nostalgia y el estancamiento son signos de debilidad en el arte, pero también en la vida. No dejes que la tuya se amohíne, descubre este paraíso e ignora al resto del universo.


Javier Mateos.

*No te quedes sin saborear esta chocolatina, dale al PLAY:



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